La eficiencia laboral como objetivo genético
Los sistemas modernos de producción porcina enfrentan una presión creciente para mantener o mejorar la productividad mientras gestionan una creciente dificultad para encontrar mano de obra y estándares cada vez más exigentes en bienestar y bioseguridad. Según Eurostat, la fuerza laboral ganadera de la UE ha disminuido más de un 20 % en la última década. En términos prácticos, esto se traduce en menos personas disponibles para manejar sistemas de producción cada vez más complejos. Tareas como las adopciones, detección de celo, cuidados neonatales y manejo de cerdas, que antes eran manejables gracias personal cualificado disponible, ahora representan cuellos de botella importantes.
En este contexto, la genética se convierte en una herramienta de manejo. El programa de reproducción de líneas maternas de PIC integra datos comerciales, fenotipado digital y selección genómica para seleccionar animales que rindan con menos intervenciones. Este capítulo explora cuatro áreas clave donde el progreso genético ha contribuido directamente a la eficiencia laboral: manejo de la lactancia, reproducción, robustez de los lechones y manejabilidad de las cerdas.

Optimización de la funcionalidad de las mamas: La base de un parto eficiente
Una de las tareas más exigentes en la sala de partos es la adopción cruzada, una rutina que requiere juicio experimentado, manipulación de múltiples camadas y monitoreo constante. Su causa principal es la falta de correspondencia entre el tamaño de la camada y el número de mamas funcionales disponibles. Aunque el número total de mamas se ha usado durante mucho tiempo como un criterio de selección, las investigaciones muestran que solo las mamas fisiológicamente funcionales (que producen leche y son accesibles) contribuyen a la viabilidad del lechón.

PIC abordó esta cuestión integrando el número de mamas funcionales como un rasgo específico de selección en las hembras Camborough® y X54®. El progreso ha sido medible:
• En 2024, el 68 % de las Camborough® tenían ≥16 mamas funcionales, frente al 63 % en 2019.
• Más del 98 % de las primerizas Camborough® y X54® presentan ≥14 mamas funcionales.
• Las L05 puras (empleadas para producir las X54®) con >16 mamas aumentaron un 135 % entre 2020 y 2024
Esta evolución favorece un ajuste natural de la camada, especialmente al aumentar el número total de nacidos por parto. Al permitir que más lechones permanezcan con su madre:
• Mejora el acceso al calostro, fortaleciendo la inmunidad en las primeras 24 horas críticas.
• Se reduce la adopción cruzada, lo que ahorra hasta 3 horas de trabajo por cada 100 cerdas por semana, según referencias internas de PIC.
• Disminuye el movimiento de lechones entre camadas, mejorando la bioseguridad y reduciendo el estrés social.
En resumen, seleccionar por mamas funcionales no solo mejora la supervivencia, sino que también reduce el trabajo rutinario e incrementa la eficiencia en la sala de partos.
Reproducción optimizada: Manejo de tiempos y detección
El desarrollo de las primerizas y la cubrición son actividades altamente sensibles a la disponibilidad de mano de obra. Retrasos en el primer celo, dificultades en la detección de celo y repeticiones por ciclos perdidos representan un costo significativo en tiempo y recursos. Según un estudio de campo reciente, cada día no productivo (DNP) puede costar entre 2,50 € y 3,50 € por cerda.
PIC ha respondido a estos retos seleccionando hembras por rendimiento reproductivo y comportamiento visible de celo. Las primerizas Camborough® y X54® muestran sistemáticamente:
• Primer celo alrededor de los 150–170 días de edad
• Disponibilidad para monta antes de los 230 días, lo que reduce días de alimentación y alojamiento
• Signos de celo más evidentes en la X54®, facilitando la detección por parte de personal con menos experiencia

El efecto económico es claro: comparado con cerdas competidoras que alcanzan la primera cubrición 10–14 días más tarde, esta mejora representa un ahorro de aproximadamente hasta 40 € por cerda solo en alimentación y alojamiento. Pero el impacto en mano de obra es igualmente relevante:
• Intervalos destete-celo más cortos permiten una planificación más ajustada de los lotes
• Menos inseminaciones, gracias a una mejor sincronización
• Menos estrés y variabilidad en las semanas de cubrición
Estas eficiencias reproductivas reflejan una estrategia deliberada: Seleccionar hembras que se integren fácilmente al flujo comercial, permitiendo un rendimiento constante con menor supervisión técnica.
Lechones robustos, resultados resilientes: Reducción de la carga neonatal
El cuidado neonatal de lechones es una de las áreas que más trabajo requiere en la producción porcina. Cada lechón débil, que no se alimenta o enferma, desvía tiempo de la gestión general del censo reproductor. El programa materno de PIC se enfoca firmemente en la supervivencia antes del destete y el peso al nacimiento, dos rasgos clave que predicen la carga laboral tras el parto.
Leer más: Preparando hoy la cerda del futuro
La selección genética por estos rasgos ha producido resultados concretos:
• Desde su incorporación en el índice materno, la supervivencia de lechones ha mejorado 0,8 puntos porcentuales por año.
• Cada punto porcentual ganado en supervivencia se correlaciona con un aumento del 6 % en lechones destetados, según estudios de PIC.
Adicionalmente, el rasgo de robustez de la cerda, parte del programa de cruzamientos de razas puras en condiciones comerciales (GNX), se basa en capturar datos de longevidad, vitalidad de los lechones y resistencia estructural en condiciones reales de producción.
El beneficio resultante para disminuir los requerimientos de mano de obra es significativo:
• Menos lechones débiles = menos necesidad de alimentación suplementaria o medicación
• Reducción del uso de antibióticos = mayor facilidad para cumplir las normas
• Camadas más uniformes = procesos más simples en la fase de transición
En conjunto, estos rasgos garantizan menos excepciones y un flujo más predecible, lo que permite a equipos reducidos mantener el rendimiento óptimo.

Solidez estructural: Facilitando el manejo de las cerdas
El comportamiento y la movilidad suelen pasarse por alto en la ecuación laboral. Sin embargo, las cerdas difíciles de mover, agresivas con los cuidadores o propensas a problemas físicos (cojeras, complicaciones al parto) requieren más tiempo, protocolos de seguridad y, a veces, tareas que demandan dos personas.
Leer más: Tecnologías innovadoras para obtener animales robustos y una producción sostenible
PIC integra fenotipado basado en IA, puntuación de locomoción y evaluaciones del comportamiento materno en su proceso de selección:
• En pruebas recientes, más del 75 % de las cerdas PIC obtuvieron puntuaciones de 5–6 en estructura de patas, frente al 32 % en líneas competidoras
• Los hermanos de cerdas Camborough® mostraron hasta un 40 % menos de agresividad post-destete, mejorando el manejo de corrales
• Mayor calma materna = menos aplastamientos, partos más suaves y menos adopciones
Además, PIC selecciona activamente contra defectos congénitos como hernias umbilicales, escrotales y criptorquidia, utilizando puntuaciones de riesgo relativo en las poblaciones núcleo.
Estas mejoras se traducen en:
• Menor necesidad de retiradas forzosas
• Menor tasa de reposición por lesiones
• Menor inversión de tiempo en salas de partos y cubriciones
Al minimizar problemas estructurales y conductuales, las hembras PIC se convierten en aliadas de la eficiencia.

Conclusión: Genética que responde a la realidad laboral
A medida que la industria porcina sigue evolucionando, la definición de una cerda de alto rendimiento debe ir más allá de la productividad. Debe ser fácil de manejar, robusta para el cuidado y predecible en su comportamiento, especialmente en contextos con recursos laborales limitados.
Los rasgos que ahorran trabajo, integrados en las líneas Camborough® y X54® de PIC, reflejan esta filosofía. Ya sea mediante una funcionalidad mamaria optimizada, reproducción sincronizada, lechones más robustos o fiabilidad estructural y conductual, estas hembras ofrecen soluciones integradas a los retos laborales.
Para los productores que necesitan lograr más con menos, PIC® ofrece una ventaja competitiva: genética que trabaja más, para que su equipo no tenga que hacerlo.
Porque los productores de hoy no deberían elegir entre diferentes caminos al éxito, necesitan un socio para cada granja.
Contacte al equipo de PIC para evaluar qué solución se adapta mejor a sus objetivos.