El éxito en la granja empieza por elegir la genética correcta. Pero, ¿qué es una buena genética? Si echamos un vistazo a la genética de los verracos que hay actualmente en el mercado, veremos que el objetivo principal es un rendimiento productivo excepcional: El aumento de peso diario, la abundancia de carne y la ingesta de pienso desempeñan un papel clave, pero la robustez y la vitalidad también han adquirido mucha más importancia. Sin embargo, la genética adecuada no se limita a los rasgos de producción expresados en la granja, sino que también deben tener en cuenta las necesidades de los centros de inseminación, por ejemplo.
¿La calidad del semen es responsabilidad exclusiva de los centros de inseminación artificial?
A menudo no se tienen en cuenta los rasgos de fertilidad masculina, como la calidad del semen. “¿Por qué habrían de hacerlo?”, puede preguntarse el ganadero, “hay normas de calidad establecidas y los centros de recogida de semen se aseguran de que haya suficiente esperma bueno en cada dosis seminal”. A primera vista, esto es totalmente correcto. Pero, ¿qué pasaría si los centros de inseminación artificial tuvieran muchos menos fallos debidos a deficiencias del semen? ¿Y si pudieran adquirir sementales para inseminación artificial de alta calidad que no sólo transmitieran excelentes rasgos de producción, sino que también tuvieran muy buena calidad de semen? Las capacidades de las cuarentenas y los centros de producción pueden utilizarse de forma más eficiente, habrían más verracos genéticamente valiosos en producción y aumentarían el nivel de calidad general recibido en las granjas.
Un alto nivel de calidad también beneficia al responsable de las granjas de cerdas reproductoras, para quien la calidad del semen desempeña un papel que no debe subestimarse, ya que tiene una influencia significativa en la tasa de partos y en el tamaño de la camada. Diversos estudios describen un aumento del tamaño de la camada de al menos 0,17 lechones nacidos por cada 10 % menos de esperma anormal (espermatozoides con formas anormales) en la dosis seminal. Suponiendo unos datos de rendimiento normales [1] y un precio del lechón de 70 euros, esto corresponde a unos 24 euros/cerda/año o casi 12.000 euros para una granja con 500 cerdas, sólo por la reducción de esperma anormal. Y aunque haya normas de calidad y se respeten, esas desviaciones están dentro de lo permitido.
Fertiboar: la inteligencia artificial lleva el progreso genético a un nuevo nivel
Desde finales de 2021, PIC utiliza una tecnología específica basada en inteligencia artificial (IA) llamada “FertiBoar” con el objetivo de ofrecer a los centros de inseminación únicamente verracos con buena calidad de semen verificada.
FertiBoar es el resultado de un proyecto de investigación y desarrollo de varios años en colaboración con el Instituto de Reproducción de Animales de producción de Schönow (IFN). Para ello, se tomaron imágenes ecográficas de los testículos de más de 1.600 verracos, una vez al inicio de sus pruebas de rendimiento y otra al final, es decir, durante la selección. Un programa informático analizó estas imágenes basándose en las distintas tonalidades de gris y la disposición de los píxeles en la imagen. Éstas proporcionan información sobre la densidad y la presencia de diversas estructuras anatómicas, así como de anomalías como edemas o abscesos. Tras la entrega de estos verracos “testados” a los centros de inseminación, se les sometió al proceso habitual de producción, incluida la formación para la colecta seminal. El IFN determinó los parámetros de calidad de los eyaculados enviados. Una vez vinculada la información sobre las estructuras testiculares a los parámetros de calidad del semen, esto constituyó la base para entrenar una inteligencia artificial. La IA predice la calidad del semen posterior con un alto grado de precisión basándose en las imágenes ecográficas. De este modo, los verracos jóvenes con predicciones de mala calidad del semen basadas en Fertiboar se identifican y eliminan incluso antes de su entrega al centro de inseminación y previo a la primera recogida de semen. Desde la implantación de FertiBoar, se han analizado más de 3.000 verracos PIC®408 y la tasa de elininación de los verracos jóvenes en los centros de inseminación se ha reducido en torno al 50%.
Por otro lado, los centros de inseminación se benefician de una producción de semen más fiable y de una mejor planificación en las compras y ventas, mientras que los productores de cerdas se benefician de una disponibilidad de verracos genéticamente superiores con mejor calidad de semen y de los consiguientes mejores resultados de fertilidad.
FertiBoar sigue evolucionando: vídeos en lugar de fotos
El lema de PIC “Nunca dejamos de mejorar” también se aplica en este caso. La tecnología se sigue desarrollando constantemente. Además de las mejoras para acelerar las mediciones, el proceso ha cambiado de imágenes a vídeos. La selección automática de las mejores secuencias de vídeo permite optimizar aún más la precisión de FertiBoar.
En colaboración con la Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil), el año pasado también se analizaron otros 1.500 verracos de diferentes razas y grupos de edad mediante ecografía testicular. La recopilación de datos en el marco de una tesis doctoral sienta las bases para la aplicación rutinaria de la tecnología en otras líneas de verracos.
Genética robusta: puesta en práctica
En general, la tecnología FertiBoar es un elemento más del concepto general de trabajo de selección hacia un cerdo reproductor más robusto y fiable. Existen otros proyectos con el mismo objetivo en forma de determinación de estructura y aplomos asistido por cámara tanto en cerdas como en verracos y la implementación de una mejora en el carácter de selección calidad seminal establecido desde 2015.
[1]
7% de mortinatalidad – 10% de mortalidad pre-destete – 2,4 camadas/cerda/año