El crecimiento y la eficiencia de las líneas genéticas maternas actuales han mejorado a lo largo de los años. Nuestra hipótesis es que las cerdas actuales son más grandes y pesadas y, en consecuencia, tienen mayores necesidades de energía de mantenimiento (EMm).
Se simularon diferentes niveles de alimentación para estimar el porcentaje de EMm que alcanzarían si se alimentaran durante el periodo de gestación:
Nivel 1) 5,17 o 3,85 Mcal de energía metabólica (EM) o energía neta (EN) por día;
Nivel 2) 5,90 o 4,40 Mcal de EM o EN/día;
Nivel 3) 6,46 o 4,82 Mcal de EM o EN/día.
Alimentar con el Nivel 1 daría como resultado que las cerdas primerizas estarían alimentadas por debajo de la energía de mantenimiento desde el día 90 hasta el 112 de gestación (Tabla 1), las cerdas de paridad 1 estarían alimentadas por debajo de la energía de mantenimiento desde el día 30 hasta 112, y cerdas de paridad 2+ estarían alimentadas por debajo de la energía de mantenimiento a lo largo de toda la gestación.
Alimentar con el Nivel 2 daría como resultado que unas pocas cerdas primerizas, la mitad de las cerdas de paridad 1, y todas las cerdas de paridad 2+ estuvieran alimentadas por debajo de la energía de mantenimiento desde el día 90 hasta el 112 de gestación.
Alimentar con el Nivel 3 daría como resultado que todas las primerizas y cerdas de paridad 1 estuvieran alimentadas por encima de la energía de mantenimiento a lo largo de la gestación, y una cuarta parte de cerdas de paridad 2+ estuvieran alimentadas por debajo de la energía de mantenimiento desde el día 90 hasta el 112 de gestación.
En resumen, debido al aumento de peso y los alto requerimientos de EMm de las cerdas actuales, existe la necesidad de reevaluar las implicaciones y compensaciones entre los niveles de alimentación y el rendimiento reproductivo.
Tabla 1. Cerdas alimentadas por debajo o por encima del requerimiento de energía para el mantenimiento (basado en el modelo de NRC (2012)) de acuerdo con diferentes niveles de alimentación simulados a lo largo de la gestación para primerizas, paridad 1 y paridad 2+. 1
1 ↑ = Media por encima de la energía de mantenimiento; “=” = Media al nivel de la energía de mantenimiento; ↓ = Media por debajo de la energía de mantenimiento.
2 EN = Energía neta.
Fuente: Carine M Vier, Gefferson Almedia da Silva, Lori Thomas, Ning Lu, Steve Dritz, Ron Navales, Wayne R Cast, Uislei A Orlando, Assessment of Modern Gilts and Sows Body Weight Throughout Gestation and How Different Daily Energy Intakes Meet the Energy Requirement for Maintenance at Each Parity, Journal of Animal Science, Volume 100, Issue Supplement_2, May 2022, Page 113, https://doi.org/10.1093/jas/skac064.192
El Comentario de PIC
Jordi Camp Montoro, PIC Europe Nutrition Manager
El beneficio para los productores porcinos derivado del progreso genético se ha incrementado recientemente gracias a la selección de rasgos que son heredables, medibles y tienen un impacto económico. Un claro ejemplo fue la selección a finales de los 90 para un mayor número de lechones por camada. La selección para un crecimiento eficiente, ciertas características de la canal, y una mayor supervivencia/robusticidad de los cerdos comerciales de engorde, requiere además que estas características se seleccionen también en las líneas maternas.
De tal manera que actualmente el potencial de crecimiento de estas líneas maternas es mayor, dando lugar a un censo de cerdas reproductoras con un mayor peso. Este factor hace que las necesidades energéticas de mantenimiento puedan incrementarse.
El objetivo del presente estudio es evaluar el peso corporal de las cerdas primerizas y multíparas actuales, y confirmar si los niveles de ingesta de energía diarios cumplen con las necesidades energéticas de mantenimiento para cada paridad. En base a este objetivo, se hizo un ejercicio de modelización utilizando dos conjuntos de datos provenientes de dos pruebas comerciales. Se calculó la energía de mantenimiento en base al modelo de NRC (EMm , Mcal /d = 100 × (PC, kg)0.75/1000) y posteriormente se predijo el porcentaje de EMm para cada periodo de tiempo (día 0-30, 30-90, 90-112 de gestación) y los tres niveles de ingesta de energía diarias (3,85; 4,40; 4,82 Mcal de EN).
La recomendación de PIC es de una ingesta diaria de energía de 4,4 Mcal de EN para cerdas primerizas y cerdas multíparas que tengan una condición corporal ideal.
Para las cerdas primerizas, esta recomendación se ajusta a sus necesidades energéticas de mantenimiento.
Sin embargo, las cerdas de paridad 2+ estarían por debajo de las necesidades energéticas de mantenimiento en el periodo final de gestación (día 90 a 112). Una corrección de 0.55 Mcal EN/día permite que las cerdas de paridad 2+ estén por encima de las necesidades energéticas de mantenimiento al final de la gestación.
En conclusión, la nutrición y el manejo de la alimentación se deben adaptar a medida que la evolución genética genera un mayor peso y requerimiento en EMm de las cerdas modernas. Existe la necesidad de reevaluar las implicaciones de distintos niveles de alimentación durante la gestación para un rendimiento óptimo en materia de productividad, índices reproductivos y bienestar animal.