“PIC cree que uno de los factores más determinantes para mejorar la sostenibilidad de la producción de proteínas es criar el animal adecuado, sano, robusto y eficiente. La sostenibilidad ofrecida por la mejora genética ofrece oportunidades únicas porque mitiga las emisiones en lugar de secuestrarlas y es eficaz con independencia de la ubicación geográfica”, afirma Banks Baker, director global de sostenibilidad en PIC.
Cuando se trata de valorar una innovación como la mejora genética, uno de los pasos más importantes que se pueden dar es completar una evaluación del ciclo de vida (ECV), explica Chris Hostetler, director de ciencia animal del National Pork Board.
Las ECV avalan que los datos de impacto ambiental son verificables, dice Hostetler, para evitar que una innovación sea acusada de lavado de imagen (greenwashing). Las ECV permiten probar y verificar todo el sistema para determinar si se han generado equivalentes de carbono.
“Es muy importante realizar un ECV marco para la producción porcina para cualquier innovación que vaya a entrar en el mercado como reducción de la huella de carbono”, añade. “No puedo decirle si me cabe una tonelada métrica de equivalentes de carbono en el bolsillo delantero. El carbono no es visible. Por eso, la fiabilidad de esas afirmaciones se basa en los datos. Para mí, poder recopilar los datos con precisión y de forma verificable es fundamental para garantizar que los activos de carbono son lo que dicen ser.”
Esa es una laguna que PIC ha estado trabajando para subsanar.
¿Cuál es el beneficio de la mejora genética?
PIC está finalizando una ECV para cuantificar los beneficios medioambientales que pueden lograrse con las mejoras genéticas de los productos PIC, incluidas las conseguidas por edición genética. La empresa vio una oportunidad para toda la industria para potencialmente monetizar las mejoras genéticas, porque los cerdos más sanos y robustos son más eficientes en la alimentación y generan menos residuos.
Específicamente, las ECV permiten comparar los animales de 100% genética PIC con la media del sector. El prestigioso modelizador de ECV Greg Thoma es el investigador principal de PIC y estudia el impacto de las mejoras genéticas en Norteamérica, Europa y Asia.
Greg está realizando ECV independientes que nos permiten comprender el impacto de nuestra genética en comparación con la media del sector en esos países. Además, está realizando un ECV independiente sobre el impacto del PRRS y, con nuestro cerdo resistente al PRRS, aislando el impacto de lo que ese producto tendría para el medio ambiente”, dice Banks Baker, director global de sostenibilidad de productos de PIC.
En febrero, PIC obtuvo la conformidad de la Organización Internacional de Normalización (ISO) para su ECV en Norteamérica. El ECV muestra que, en Norteamérica, un animal PIC con un programa completo supone una reducción del 7,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con la media del sector, afirma Baker.
“En esencia, esto significa que tomamos las eficiencias de producción logradas con un programa completo de animales PIC y las expresamos como un beneficio medioambiental. Para una empresa que utilice un factor de emisiones nacional que indique la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero por kilogramo de carne de cerdo, si ese productor utilizara un animal 100% PIC, tendría una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del 7,5% comparable a esa media”, explica Baker.
Aunque es una gran noticia, lo que más le entusiasma es que esta ECV es una de las primeras en experimentar ese nivel de validación para cuantificar el impacto de la genética en los resultados medioambientales de la producción ganadera.
Hay mucha gente que asume compromisos audaces y ambiciosos. Una resolución judicial reciente subraya que eso no basta, hay que ir más allá. Estamos empezando a ver un enorme aumento de las denuncias de lavado de imagen. No queremos ser ambiciosos, nos interesa hacerlo 100% correctamente.
Banks Baker, director global de sostenibilidad en PIC.
Por eso la ECV de PIC se está sometiendo a un proceso de auditoría tan riguroso, que incluye planes para someter cada ECV a una revisión académica independiente. No hay duda de que este espacio va a ser objeto de escrutinio, añade Baker.
“Estamos hablando de crear algún tipo de valor del carbono que sea transferible”, afirma Baker. “Hay algo tangible en eso, y especialmente en un espacio que es tan inmaduro, tenemos que asegurarnos de que es real”.
¿Cuál es el coste de las enfermedades?
No solo hay enfermedades que afectan a la producción porcina, sino también problemas de bienestar y prácticas de gestión que afectan a la producción porcina. Una de las enfermedades que más preocupa a los productores de porcino de todo el mundo es el síndrome respiratorio y reproductivo porcino (PRRS).
“El PRRS es una enfermedad devastadora. Es una enfermedad costosa que supone un enorme lastre para nuestra eficiencia”, afirma Hostetler. “La eficiencia, ya sea en la alimentación o en el rendimiento de los animales, está en el centro de la sostenibilidad. La mejora de la eficiencia mediante la mitigación del impacto de las enfermedades tiene un gran potencial para reducir la huella de carbono.”
PIC está llevando a cabo actualmente una ECV sobre sus líneas de cerdos resistentes al PRRS editadas genéticamente, así como la reducción resultante que se puede reclamar.
“PIC cree que una de las cosas más importantes que se pueden hacer para mejorar la sostenibilidad de la producción de proteínas es criar el animal adecuado, que sea sano, robusto y eficiente”, dice Baker. “La sostenibilidad proporcionada por la genética ofrece oportunidades únicas porque mitiga las emisiones en lugar de secuestrarlas y es eficaz independientemente de la ubicación geográfica”.
PIC espera recibir pronto los resultados sobre la ECV del cerdo resistente al PRRS.
Una vía sostenible
Dado que este proyecto es pionero en el uso de la genética como herramienta para aumentar la sostenibilidad, PIC está colaborando con toda la cadena de valor de la carne de cerdo para garantizar el establecimiento de una norma creíble que permita comprender, compartir y reclamar los beneficios obtenidos.
“Si los cerdos resistentes al PRRS editados genéticamente se comercializan, habrá otras ediciones genéticas que se comercializarán más adelante, ya sea para cuestiones de salud porcina o para una práctica que reduzca los procedimientos dolorosos”, afirma Hostetler.
Según Hostetler, esta iniciativa podría servir de hoja de ruta para que otras innovaciones en edición genética lleguen también al mercado.
“Algunos de los programas más potentes que estamos viendo incorporan la sostenibilidad en torno a la reducción de gases de efecto invernadero. Si podemos demostrar que las mejoras genéticas pueden contribuir a ello, incluidas las que pueden lograrse mediante la edición genética, se crea una plataforma mejor para su aceptación en el mercado”, afirma Baker. “Demuestra que estamos creando un valor compartido que va más allá del productor y permite a todos los integrantes de la cadena de valor compartir esa ganancia”.
Este artículo se publicó originalmente en www.porkbusiness, autor Jennifer Shike, 2024-04-24: Data Makes the Difference: PIC Seeks Answers to Environmental Impact of Genetics | Pork Business