El poder del momento: Por qué la edad al destete es una palanca estratégica para el rendimiento de los lechones y de la cerda

Por qué importa

En la producción porcina, el momento lo es todo—y cuando se trata del destete, el momento adecuado puede marcar la diferencia entre resiliencia y riesgo. Aunque el destete puede parecer un evento determinado por el calendario, sus implicaciones biológicas, nutricionales y reproductivas son de gran alcance.

A medida que los productores enfrentan presiones para aumentar la productividad, reducir el uso de antibióticos y manejar cerdas prolíficas, optimizar la edad al destete se convierte en un punto de decisión de alto valor—uno que equilibra los objetivos económicos con el bienestar animal y la salud a largo plazo del censo reproductivo.

Cómo la edad al destete afecta el rendimiento en todo el sistema

1. Biología sobre tradición: El cambio de 21 a 28 días

Históricamente, el destete a los 21 días se convirtió en estándar debido a estrategias de control sanitario, especialmente como respuesta al PRRS y al auge de los sistemas Isowean. Sin embargo, la realidad de la industria ha cambiado, y la legislación europea exige destetar a los lechones a los 28 días de edad. La aparición de líneas hiper-prolíficas ha llevado a más lechones por camada, pero con pesos individuales al nacimiento más bajos. Se requiere una lactancia más prolongada para asegurar un desarrollo suficiente antes del destete.

Dato clave: En datos de campo provenientes de múltiples bases de datos, un aumento en la prolificidad conduce generalmente a una reducción del peso medio al nacimiento por lechón. El destete precoz solo agrava esta brecha de peso, afectando el crecimiento post-destete, el consumo de alimento y su supervivencia.

2. Destetar antes de los 21 días: Un atajo de alto costo

Aunque el destete precoz puede permitir una mayor rotación en salas de partos y ayudar en el control de enfermedades, hoy en día no es una opción en Europa debido a la regulación, y conlleva costes significativos:

  • Involución uterina deficiente: El destete temprano (<21 días) provoca una recuperación uterina tardía e incompleta, lo que resulta en intervalos destete-celo más largos y camadas posteriores más pequeñas.
  • Mayores demandas ambientales y nutricionales: Los lechones muy jóvenes requieren sistemas de calefacción avanzados, alimento especializado y cuidados intensivos para sobrevivir y prosperar.

Recomendación estratégica: Utiliza el destete ultra-precoz (5–14 días) solo para programas específicos de bioseguridad o transferencia genética—no para la producción rutinaria.

3. Beneficios del destete a los 28 días: más allá del crecimiento

El destete a los 28 días ofrece diversas ventajas en rendimiento y bienestar:

  • Mayor peso del lechón (7–7.5 kg): Esto se traduce en un crecimiento post-destete más rápido y mejor conversión alimenticia.
  • Períodos de latencia más cortos: Los lechones comienzan a comer más pronto, con tasas menores de diarrea y mortalidad.
  • Mejor eficiencia reproductiva de la cerda: Mejor involución uterina e intervalos destete-celo más cortos.

Desafío: Las lactancias prolongadas requieren más espacios en la sala de partos—idealmente el 26–28% del inventario total de cerdas—y una gestión eficiente de cerdas nodrizas.

4. Adaptar la genética al manejo

Las cerdas hiper-prolíficas desafían los sistemas tradicionales. Más lechones, menor peso y mayor variación exigen lactancias más largas y criterios más estrictos para determinar la preparación al destete.

Consejo: Evita destetar lechones por debajo de los 6 kg. Apuntar a 28 días de lactancia mejora tanto la calidad del lechón como la condición de la cerda para el siguiente ciclo.

5. Técnicas de destete parcial e intermitente

Para manejar mejor la recuperación de la cerda y la variación de peso entre lechones:

  • Destete parcial: Retirar 1–2 lechones más pesados unos días antes del destete total da a los restantes mejor acceso a las mamas y reduce la fatiga de la cerda. Pero evita dejar menos de 10 lechones para prevenir el celo durante la lactación.
  • Destete intermitente (experimental): Separar físicamente a la cerda de sus lechones por períodos cortos (2–12 h/día) permite a los lechones adaptarse al alimento sólido. Sin embargo, separaciones más largas (>12h) pueden inducir celos no ovulatorios.

Precaución: Estas técnicas requieren una sincronización y mano de obra precisas—adecuadas solo para sistemas especializados o investigación.

Conclusión: Programa el reloj para la productividad

La edad óptima al destete no es un número fijo—es una decisión estratégica que se adapta a la genética, instalaciones, estado sanitario y capacidades de manejo. Lo que sí permanece constante es la realidad biológica: Cuanto más tiempo mama el lechón (hasta los 28 días), mejor preparado estará para los desafíos futuros. Y cuanto más recuperada esté la cerda, más fértil, prolífica y consistente será en su próximo ciclo.

En PIC®, ayudamos a los productores a encontrar ese equilibrio. Con genética diseñada para la robustez, herramientas para gestionar censos reproductivos prolíficos y directrices basadas en datos, nuestra misión es simple: Permitir a los productores tomar la decisión correcta—en el momento adecuado—para cada animal.

Cuando los productores manejan el destete según la biología y no el calendario, liberan el potencial genético y económico total de sus animales.


Referencias

Magallón, E., Beitia, S., Magallón, P., Roldán, D., & Prieto, P. (2022). El destete en porcino: manejo óptimo y nuevos retos (Parte 4). SUIS Nº 188.

Oliva, J.E. (varios artículos técnicos PIC y datos internos).